Reinos del Norte

Monte nevado inclusos los Nomay evitan viajar en él, pues sus habitantes son excesivamente territoriales, y hostiles..

Nadie sabe a ciencia cierta quien construyo a medias esta ciudad de roca. Lo que si esta claro, es que es dificil sobrevivir a este clima frio que te hiela la sangre en cuestion de minutos.

Un pequeño pueblo en donde las colonias Nomay y Enanas combiven en paz. Mientras traigas aguardiente contigo, serás bien recibido.

Minas con vetas de metales diversos, los Enanos las han reclamado como suyas, pese a los moradores originales que aun guardan rencor a los Enanos.

Reino del Norte de los Enanos.
Trorh es la mayor ciudad metalúrgica que existe actualmente. Y quizás por eso, vale la pena conquistarla, y reclamarla como propia.

Una vista panorámica, presas que piden ser cazadas y la posibilidad de poder oír los ecos; de los latidos de tu corazón si es que escuchas con la atención debida.

Llamado así, por los densos bancos de niebla. Algunos bardos en sus canciones, dicen que se ven ojos brillantes color carmesí, en la niebla de luna nueva, aunque jamás nadie ha comprobado esto.

Uno de los Gloriosos tres reinos Legiorer. Exportadores de minerales como el cobalto y pieles exóticas.

Las condiciones de la murallas dan algo que desear, pero es el camino más seguro para dejar las tierras glaciares.

Los arboles titánicos de este bosque son codiciados por su excelente madera. Pero los ocupantes de estos bosques no ven con buenos ojos la tala sea legal o no.

Los alcena protegen este árbol con sus vidas. Según sus leyendas cuando muera el árbol corazón morirá toda la vida, incluso la de los dioses.

Asentamiento de los Alcenas. Pocos son aquellos que han entrado a este reino mágico, místico y enigmático.

Territorio Alcena, único lugar en donde se permite la entrada a los extranjeros. Incluso los Elfos envidian la belleza del lugar.

Bosques menores, abundantes en vida botánica y en criaturas dispersas.

Un Excéntrico castillo con forma de mano. Una de las tres “academias” de brujería.

La costa continental. Un trópico de islas da refugio a una serie de selvas menores y grutas marinas.